Escriben: Gastón López, Daniel Rodríguez y María Fernández *
Lo que buscamos con este artículo es reflexionar sobre los efectos e impactos del Covid 19 en la agricultura familiar de los Andes y la Amazonía en Perú; sobre los cambios que se producirán en la demanda y oferta de productos provenientes del campo; las repercusiones que tendrá en las técnicas de producción, en la demanda de alimentos y en el marco institucional.
En Perú existen 2.2 millones de pequeños agricultores. Cerca de la mitad son pobres y la tercera parte de las unidades las conducen mujeres. Gran parte son miembros de comunidades campesinas, nativas, asociaciones y cooperativas. Asimismo, están representados en organizaciones mayores a nivel de territorio, cuenca y país (nacional). En algunos casos se han organizado por producto (café, cacao, arroz, papa, etc.).
Durante la primera fase de la pandemia, instituciones y personas tomaron varias acciones
Las organizaciones de desarrollo suspendieron sus acciones en el campo. El teléfono y las videollamadas sustituyeron las visitas. Muchas comunidades cerraron vías de acceso terrestre y fluvial evitando el ingreso de personas y protegerse del contagio.
Frente a la suspensión de clases en universidades e institutos y de las actividades laborales, un gran número de jóvenes regresaron a sus comunidades porque se sienten más seguros en el campo.
En buen número de comunidades nativas de la Amazonía muchas familias han optado por trasladarse al monte y establecer viviendas temporales ante el temor de contagio en sus comunidades y la pobre infraestructura sanitaria del entorno.
Coincidiendo la cuarentena con la temporada de cosecha, se presentaron problemas en el transporte, lo cual viene generando disminución del precio en las chacras. Organizaciones públicas están implementando actividades de apoyo, pero insuficientes.

Cambios detectados y tendencias en la demanda y oferta de alimentos y en las tecnologías
Un sector de consumidores buscarán alimentos de mayor calidad y menos procesados. Debido a la disminución de ingresos económicos la mayor parte de los hogares priorizarán la compra de alimentos. En segmentos pudientes se incrementará la compra de productos orgánicos buscando una alimentación más nutritiva.
Se observan nuevas estrategias de comercialización y canales de venta debido a que por varios meses más después de la cuarentena se restringirán las aglomeraciones. En los segmentos altos y medios se incrementará la venta a domicilio ofertándose “canastas” con diversos productos. En los sectores populares se ha incrementado la venta ambulatoria casa por casa.
En el futuro se tendrá que implementar sistemas tecnológicos para el control y acompañamiento en campo a distancia. Esto va a acelerar la implementación de medios tecnológicos más eficientes en términos de costos y la necesidad de capacitar al personal de asistencia técnica.
Entidades gubernamentales y no gubernamentales brindarán una mayor importancia a la alimentación y nutrición de las poblaciones tanto del campo como de la ciudad, destinando una mayor cantidad de recursos a proyectos de salud.
Oportunidades y desafíos detectados para la agricultura familiar
Las nuevas tendencias de mercado representarán una oportunidad para mantener la biodiversidad andina y amazónica, así como para la diversificación productiva. Hay evidencia científica de que los sistemas de producción agroecológicos son claves para la resiliencia de la pequeña producción.
Es muy importante hacer un análisis sobre la dinámica de los mercados: demandas, oferta, distribución física, mercadeo y precios. En algunas cadenas de valor los precios pueden incrementarse por una mayor demanda (quinua); otros productos pueden bajar de precio, como la papa, circunscrita a mercados locales en crisis.
Se implementarán plataformas de información productiva y comercial. Se podrán incrementar los servicios e-learning, adoptar tecnologías para seguimiento y control virtual de los cultivos y enfermedades. Se va tener que cambiar la cultura de trabajo de técnicos, profesionales y personal administrativo. El teletrabajo será una tendencia importante.

Las estrategias de extensión a través de líderes tecnológicos locales se presenta como una de las mejores opciones de adaptación en contextos de aislamiento social. Ellos requerirán de un acompañamiento tecnológico intercultural. Es mejor que los técnicos de campo sean originarios de las comunidades, lo cual garantiza su permanencia y sostenibilidad.
Habrá oportunidades para promover o reforzar alianzas, redes y plataformas con organizaciones públicas y privadas para fortalecer las cadenas agroalimentarias. Se necesita metodologías participativas virtuales para mejorar la comunicación entre los actores y mantener la confianza.
El Estado deberá dar una mayor importancia a la política pública a favor de los agricultores de pequeña escala. Se debe visibilizar el aporte de la agricultura familiar a la seguridad y soberanía alimentaria del país. Es urgente que el Congreso apruebe el reglamento de la Ley de Promoción y Desarrollo de la Agricultura Familiar.
Cambios en la agricultura familiar
Teniendo en cuenta que buena parte de la población rural es altamente vulnerable, no atender sus necesidades puede poner en riesgo su bienestar y la alimentación del país. Apremian medidas de apoyo como el bono rural considerando el alto grado de pobreza existente.
La pandemia del COVID-19 representa una oportunidad de “acelerar cambios” para la agricultura familiar. Se generarán muchas innovaciones económicas, tecnológicas y sociales alrededor de la organización productiva, los servicios de apoyo y el mercado.
Las barreras comerciales que afectan a los pequeños agricultores ponen en riesgo la producción agroecológica o limpia y el bienestar de un importante sector social. Los productores podrían incrementar el uso de agroquímicos debido a la desesperación por lograr mayores rendimientos.
La suspensión de las actividades de los proyectos lleva a una revisión de las metas para no quebrar la confianza que se ha logrado. Es momento de iniciar los procesos de cambio utilizando las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para hacer diagnósticos rápidos y participativos de los proyectos en este nuevo escenario.
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A continuación la versión completa de nuestro informe:
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Gastón López: Consultor internacional, especialista en cadenas de valor, incidencia política, métodos participativos y promoción de plataformas de desarrollo para la innovación rural y agro negocios.
Daniel Rodríguez: Sociólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú y M.A. en desarrollo agrícola y rural el Institute of Social Studies (ISS) y en el International Agricultural Center (IAC), Wageningen – Holanda.
María Fernández: PhD en Agricultura, M.A en Desarrollo Rural por la Universidad de Redding, Inglaterra.